"... la tierra prehisa las muestras parabras pa menta-la,
los muestrus pies pa puebra-la,
las muestras manus pa afia-la,
la tierra prehisa'l muestru coraçón pa no olvia-la..."
La Plataforma No ala Mina d'El Cañaveral tieni la su nacencia nel 2019, s'assienta nel 2020 i prencipia a trebajal vivu nel 2021 por mo del andanciu. Semus genti precupá, luchaora i empricá col meyu ambienti. Precupá possimenti pol presenti i el huturu delas muestras generacionis venieras.
La muestra plataforma naci frenti ala desinhormación dela puebración local a tentu dun proyeutu megamineru que la impresa Lithium Iberia precura d'estalal ena muestra hesa boyal Las Navas d'El Cañaveral.
Esti proyeutu comprica la integridá i el huturu de puebrus comu Grimaldu, Olguera, Casas de Millán, El Pedrosu, El Cañaveral, El Portezuelu, Torrejoncillu i de puebrus del baxu Alagón. Ensecará los muestrus manantíus, contaminará l'airi i la poca agua que disponemus ogañu. La puebración, possimenti d'agricultoris i ganaerus, van a queal condenaus ala huía i al emigraeru, ya qu'esti megaproyeutu dexará machíus los muestrus terrenus i la escasseá d'agua hadrá imposibli'l su cultivu i la criancia del ganau.
QUIÉNES SOMOS
Somos un grupo de personas unido en defensa del territorio de Las Navas (Cáceres, Extremadura) ante la amenaza de la apertura de una mina a cielo abierto en nuestro entorno más cercano por una empresa que "apuesta" por el extractivismo.
La Plataforma No a la mina de Cañaveral, nace de la preocupación de una persona de la zona por el proyecto megaminero que acecha la zona. Poco a poco, hablando con los vecinos, haciéndoles conocedores de las noticias de algunos medios de comunicación, estudiando los pocos datos del proyecto que consiguen averiguar, un grupo de ciudadanos se unen y conforman la Plataforma No a la mina de Cañaveral.
Este grupo heterogéneo y cívico, consciente del valor de la Dehesa que tanto trabajaron sus padres, madres, abuelos y abuelas, y cuyos valores se han transmitido de generación en generación, pone en valor el respeto necesario para mantener el equilibrio entre naturaleza y el consumo de las mal llamadas energías verdes que unos cuantos, movidos por su propia codicia, promueven expoliando y desertizando territorios que les son ajenos salvo para obtener de ellos lo que ansían sin importar las consecuencias.
Nos podríamos definir, entre otros, como:
· Amigos de quien ama el planeta
· Amantes del equilibrio natural que nos permitirá tener un mundo vivible.
· Cuidadores de nuestro entorno.
· Creadores de iniciativas sostenibles para salvar nuestro hábitat.
· Conocedores de los pros y contras que nos traerá la mina.
· Y sobre todo somos rebeldes. No nos conformamos con lo que una empresa demasiado interesada nos dice.
Nuestro objetivo: Parar la mina.
LA MINA
La mina que Lithium Iberia pretende instalar en la Dehesa Boyal de las Navas consiste en un mega proyecto de dimensiones desproporcionadas, unas 2500 has, que se asentará a tan solo 600 metros del pueblo de Grimaldo y a 1.5 kilómetros del pueblo de Holguera. Demasiado cerca de la explotación minera también están poblaciones como Torrejoncillo, Pedroso de Acim, Valdencín, Riolobos y Portezuelo, que nos veremos afectados por el polvo tóxico, la posible contaminación de los acuíferos, la contaminación lumínica y acústica, y en conjunto: la devastación.
La mega mina contará con 3 cortas de donde se extraerá el mineral a escasos metros de Grimaldo, una balsa de residuos tóxicos temporal a medio camino entre las cortas y la escombrera permanente, la cual se instalará en el término municipal de Holguera, con una extensión de 207 hectáreas y a muy pocos metros del propio pueblo y de los canales de riego. Una lluvia torrencial, de las que desgraciadamente estamos sufriendo en los últimos años, provocaría una escorrentía que alcanzaría los canales de riego, contaminándolos y dejando improductivas tierras y explotaciones ganaderas.
Desde que conocimos este megaproyecto minero nos hemos encontrado con:
• Oscurantismo por parte de las administraciones públicas, que no facilitan información relativa a la mina.
• Intento de recalificaciones urgentes de tierras agrícolas a usos compatibles con la mina.
• Campañas de publicidad engañosas que intentan vender los supuestos puestos de trabajo que generaría esta megamina a la sociedad, silenciando a los colectivos que argumentan y demuestran lo contrario.
Como puedes comprobar, este proyecto supone una auténtica amenaza para nuestro entorno y su futuro.
POR QUÉ NOS OPONEMOS.
Como ves, no solo debemos sino que tenemos la obligación de poner en valor nuestro patrimonio natural-vital, tan necesario ante el cambio climático que ya estamos padeciendo.
Debemos proteger la Dehesa, un ecosistema peninsular único en el mundo, que es el resultado del manejo benéfico humano sobre la naturaleza, transmitido de generación en generación desde hace siglos, y en las que hay una gran riqueza de flora y fauna.
Hasta el momento este ecosistema ha permanecido intacto gracias al esfuerzo de los habitantes, que recíprocamente se benefician de los recursos que ofrece durante todo el año. Sin embargo, la población no ha sido consultada ni informada sobre el cambio de uso del suelo de estas tierras agrícolas y ganaderas para fines de extractivismo minero.
Debemos proteger edificios de alto valor patrimonial como son la Ermita de Cabezón, el Convento del Palancar o el Castillo de Grimaldo que se encuentran muy cercanos a la mina, corriendo grave peligro.
La Cañada Soriana Occidental y la Vía de la Plata o camino Mozárabe que tanto promueve la junta de Extremadura, se verían afectadas en el tramo que va desde el Puerto de los Castaños en dirección a Holguera.
Hay además una afectación psicológica y otra moral que se une a todos estos peligros en el medio físico que, por suelo, agua y aire, afectará a flora y fauna, e inevitablemente a las personas que forman parte de este ecosistema agredido.
La afectación psicológica tiene componentes de miedo y ansiedad por la pérdida de todo lo que ha estado unido a nuestras vidas, ya que este mega proyecto pone en peligro el futuro de la dehesa y de las poblaciones próximas: esta megamina secará el Acuífero de Galisteo del cual se abastece gran parte de la población local, además de agotar gran parte del agua superficial de la que disponemos. Esta cuestión es vital para el desarrollo de la población de la zona, ya que la gran mayoría son agricultores y ganaderos que necesitan el agua para llevar a cabo su labor y que ya sufren, a día de hoy, los estragos que las sequías y el cambio climático producen sobre su actividad.
Ahora, varios años después del comienzo de este periplo, la empresa promotora de la mina ha iniciado una campaña de lavado de cara en la que varios directivos de la misma se reúnen con los gobiernos locales de los ayuntamientos de los pueblos de la zona para mostrar un nuevo proyecto “menos invasivo” que se niegan a facilitarnos para su estudio y revisión... Un nuevo intento de propaganda que se queda en papel mojado.
ACTIVIDADES
Desde los inicios de esta Plataforma ciudadana, el trabajo, a pesar de la pandemia, ha sido incesante:
-Comenzamos repartiendo octavillas en los pueblos.
-Enviando manifiestos (que ni siquiera algunas alcaldías han leído) a ayuntamientos, asociaciones, empresas relacionadas con la zona económicamente...
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Se han hecho charlas informativas en: Casas de Millán, Holguera, Ríolobos, Pedroso de Acím, Portezuelo, Torrejoncillo y Serradilla.
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Hemos mantenido reuniones con los alcaldes que han accedido a recibirnos.
-Damos información sobre los datos que tenemos del proyecto y sus consecuencias a toda aquella persona que nos lo pide.
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Organización de una marcha reivindicativa de Grimaldo a Cañaveral (2horas y 35 minutos, en la que participaron unas 250 personas).
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Organización de una ruta senderista para dar a conocer la Dehesa (participaron más de un centenar personas).
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Se han recogido 35.000 firmas online y 1.000 físicas por los habitantes de la zona.
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Colocamos mesas informativas en los eventos que así nos lo permiten con el objetivo de visibilizar nuestra defensa por el territorio.
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Organización de una Jornada de divulgación "En legítima defensa. Holguera sin escombrera" con una ruta en el paraje de la Ermita de San Isidro, ponencias y otras actividades de convivencia.
POR QUÉ NECESITAMOS TU AYUDA
La defensa del territorio de Las Navas es un compromiso con nuestro pasado y nuestro futuro y es algo que va más allá de lo localista. No se trata solo de sustituir unos materiales energéticos fósiles por otros, sino reflexionar sobre nuestra forma de producir y considerar prioridades y necesidades. El nuevo orden no debería pasar por sacrificar nada de lo que es vital para nuestra supervivencia: ¿No son el agua, el suelo y el aire lo más vital en nuestras vidas?
Cuando decimos que tenemos la obligación de defender nuestro territorio, no abogamos por el “no en mi patio”, al que también tendríamos el mismo derecho que cualquier: en nuestra Plataforma no queremos señalar a otros para que allí sí se pueda devastar su territorio.
¿Quién elige lo prescindible, quién elige las zonas de sacrificio?
NO QUEREMOS SER UNA ZONA DE SACRIFICIO. TE NECESITAMOS.
ESPERAMOS CONTAR CONTIGO EN ESTOS 40 DÍAS. PREGUNTA TODO LO QUE NECESITES.
No te quedes con ninguna duda. En la Plataforma No a la mina de Cañaveral hacemos de la transparencia uno de nuestros fundamentos básicos. Contacta con nosotros. No lo dudes.
Nos puedes encontrar en:
https://www.facebook.com/plataformanoalaminadecanaveral
https://twitter.com/MinaCanaveralNo
https://instagram.com/plataformanominacanaveral?igshid=YmMyMTA2M2Y=
https://m.youtube.com/channel/UCKkYRBpxdz3c-VPPCKQ0wnQ
Nuestro objetivo, después de todo lo que te hemos contado creemos que ha quedado claro: Parar la devastación que supondría una mina en nuestro territorio.
Convertirnos en una zona de sacrificio supondría la devastación de una dehesa de siglos de antigüedad en la que la biodiversidad aparece como un beneficio secundario que hace sostenible económica y ambientalmente un territorio.
Hemos convivido en la dehesa, secularmente, con 153 especies de Vertebrados: 12 de peces, 14 de anfibios, 22 de reptiles, 75 de aves, 30 mamíferos, 1 crustáceo, 4 lepidópteros, 21 himenópteros, 30 dípteros. 37 coleópteros, según un estudio de 1999.
Una mina pone en riesgo de contaminación sus masas de agua superficiales y subterráneas, que son también las que abastecen a los pueblos vecinos.
La historia de la minería, nacional e internacional, está llena de accidentes con devastadoras consecuencias, tanto laborales como por rotura de depósitos de lodos. Hay en España 44 balsas de residuos mineros abandonadas que suponen una grave amenaza ambiental y para la salud. Además, el inventario de instalaciones de residuos añade 29 escombreras. La rotura de un dique en Brasil en 2020, donde murieron 58 personas, trajo el recuerdo del reventón de la presa de Aznalcóllar en 1998, que afectó a los cursos de agua que llegan al Parque Nacional de Doñana.
En el caso de los nuevos proyectos mineros en Extremadura, pese a ser a cielo abierto y muy devastadores para el entorno, el gobierno regional y los consiguientes cargos de libre designación que conlleva el poder ejecutivo en altos cargos de la administración suelen poner una alfombra roja a las empresas, que con la excusa de ofrecer algunos puestos de trabajo, minimizan y ocultan los riesgos y la contaminación que supone la minería, así como los puestos que se pierden en otros sectores incompatibles con estos usos extractivistas.
Creemos que nuestro proyecto va dirigido a toda persona que apoye una transición ecológica justa y una economía sostenible.
Debemos poder cumplir, entre todos, este compromiso moral de defender la salud pública del territorio y sus ciudadanos y de que se cumpla la legalidad.
Ante todo, la Plataforma No a la mina de Cañaveral es una plataforma apolítica y horizontal, formada por decenas de personas de diferentes edades y perfiles profesionales, que colaboran con su tiempo, conocimiento y manos de forma altruista.
En nuestra plataforma contamos con gente que no vive en los alrededores de la mina. Personas que nos acompañan en ese sentimiento de pérdida de nuestros lugares, que son conscientes de que la amenaza por el extractivismo devastador se extiende a un sinfín de territorios marinos y terrestres, y que se ultra traspasan ya varios de los límites de alarma que anuncian el colapso civilizatorio más que planetario, porque habrá otras especies que sigan viviendo en el planeta, otras que serán de capaces de sobrevivir en unas condiciones muy diferentes: posiblemente el planeta ya no será azul, tendrá otros colores, menos acordes con la posibilidad de continuidad de lo humano.