Contexto del proyecto
Desafortunadamente, la situación de hambre, inseguridad alimentaria y desnutrición en el planeta ha vuelto a empeorar. La pandemia nos ha alejado aún más de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Hemos aumentado el equivalente a la suma de los 5 años anteriores. En 2020 se sumaron a las listas del hambre, al menos, 118 millones de personas, lo que eleva hasta 811 millones los hambrientos en el planeta. 2 de cada 10 africanos sufre inseguridad alimentaria, el doble que en cualquier otra región.
Agroecología y energías limpias alimentando a miles de personas
En Azada Verde llevamos 4 años apostando por las familias agricultoras de las comunidades rurales de Mozambique. Ellas son las protagonistas del cambio, las más vulnerables al hambre. De las pocas familias que tienen algo para llevarse a la boca, casi ninguna puede permitirse una dieta saludable, ni equilibrada. La gran mayoría come una mezcla de agua y maíz los 365 días del año, sin apenas variación. Una vez al día, con suerte varias. Siempre y cuando las inclemencias climáticas no hayan destrozado la cosecha anual.
Nuestros proyectos están consiguiendo que, a través de sistemas de riego y cooperativas agrícolas, las familias puedan cultivar y comercializar hortalizas. Algo que lo cambia todo. Les proporciona una dieta variada para su propia familia y la oportunidad de generar ingresos a través de su venta en el mercado local. Pero creemos que también en el desarrollo, el cómo es importante. En 2019, apostamos por instalar un sistema de riego solar en una de las comunidades con las que trabajamos, la comunidad de Nhaumue, con resultados muy alentadores. Gracias a nuestros proyectos, ahora tienen una profesión y una fuente de ingresos a través de la agricultura. Progresan con la ayuda de energías limpias. Impulsamos el desarrollo respetando al planeta. Y sobre todo ahora comen todos los días y han mejorado su dieta.
Desde Azada Verde queremos replicar lo que ya hemos comprobado que funciona en más lugares. Necesitamos que nos ayudes a instalar un sistema de riego solar en la comunidad vecina: Massane. En concreto: si lo conseguimos, 308 personas no volverán a pasar hambre, 44 familias producirán cereales y hortalizas durante todo el año.
Lanzamos este crowdfunding porque somos de los que creemos que la suma de muchos puede hacer un poco mejor este mundo.
¿Por qué?
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Porque el 70% de los Mozambiqueños dependen de la lluvia, lo que les subyuga a la práctica de una agricultura de subsistencia.
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Porque solo comen maíz. Su alimento básico diario. Con él preparan la “Shima” que es la combinación de agua + harina, alimento presente durante todos los días del año en las familias rurales mozambiqueñas.
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Porque los alimentos no llegan para todo el año, provocando inseguridad alimentaria, hambrunas, desnutrición y dietas poco variadas.
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Porque solo llueve 2 o 3 meses al año y si llueve. La única fuente alternativa de agua son los ríos, pero las familias no disponen de acceso a sistemas de bombeo de agua.
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Porque las personas no tienen una fuente de ingresos. El 90% de la población en estas comunidades depende de la agricultura.
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Porque las mujeres no tienen oportunidades. Sin educación, con el peso del hogar y las tareas del campo.
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Porque las catástrofes climáticas se repiten, cada vez con más frecuencia. Ciclones, sequías e inundaciones dificultan aún más la vida de estas personas.
Descripción del proyecto. Características, fortalezas y diferenciales.
Familias agricultoras como motor del cambio
El objetivo de esta campaña es ayudar a las 44 familias agricultoras (308 personas) que forman parte de la Asociación Agrícola de Massane.
Massane es una de las comunidades rurales de Mozambique con la que nuestra organización viene trabajando desde que empezamos. Está situada en el centro del país, en la región sur de la provincia de Sofala. Una de las zonas más pobres de Mozambique, consecuencia de los dieciséis años de guerra civil y los desastres naturales que la han asolado en los últimos tiempos.
En esta comunidad se forjó hace unos años la actual Asociación Agrícola de Massane, formada por 25 mujeres y 19 hombres. Su objetivo es asegurar la alimentación, diversificar su dieta y obtener ingresos a través de la agricultura sostenible.
Pero la mayor dificultad con la que se encuentra la Asociación es el acceso al agua de riego para que puedan practicar la agricultura a lo largo de todo el año.
Con los fondos recaudados en esta campaña instalaremos un sistema de riego solar que permita bombear agua del río Buzi, durante todo el año, para que las familias agricultoras de Massane puedan plantar cereales y hortalizas fuera de la temporada de lluvias.
¿Cómo lo lograremos?
Replicaremos un modelo de éxito, que ya existe en la zona. En 2019 instalamos un sistema de riego solar en la Asociación Agrícola de Nhaumue (asociación vecina) con el que conseguimos ayudar a 30 familias (210 personas) de la zona. Hoy queremos ayudar a las familias de la comunidad de Massane.
¿Nos ayudas a alcanzar el sueño?
Conoce nuestros ocho objetivos clave:
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Reducir el riesgo de inseguridad alimentaria y por lo tanto la inestabilidad de la producción de las familias agricultoras.
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Producir los 365 días del año. Mediante un sistema de riego solar, las familias podrán incrementar en un 50% la producción anual, favoreciendo la rotación de cultivos a lo largo del año. Hasta ahora solo podían producir 3-4 meses al año porque no tenían cómo acceder a fuentes de agua.
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Mejorar la variedad alimenticia de la población, incidiendo directamente en la calidad de la alimentación de las familias ya que les permitirá plantar diferentes tipos de hortalizas además de diversificar mucho la dieta que tenían hasta ahora los beneficiarios.
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Generar ingresos. No toda la producción de hortalizas será para el autoconsumo. Gran parte del excedente lo destinarán a la venta en los mercados locales más cercanos. Lo que permitirá un incremento de la renta disponible de las familias y, por primera vez, que ellas sean las que traigan los ingresos a casa. De lo que producen, el 30% lo destinan al autoconsumo y el 70% a la venta.
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Oportunidades para las mujeres. El 57% de los miembros de la Asociación Agrícola de Massane son mujeres. Formar parte de la asociación equivale a un puesto de trabajo para cada una de ellas.
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Respetar el ecosistema. Bombear agua del río con energía solar, sin el uso de las energías fósiles. Sensibilizar a la población, sobre la importancia de conservar y proteger el ecosistema para su presente y futuro.
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Fomentar la práctica de una agricultura sostenible. El equipo técnico de la organización apoyará a las familias a lo largo de las campañas agrícolas. Mediante formaciones agrícolas sobre agricultura de conservación / regenerativa y a través de monitoreo y asistencia técnica en el campo.
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Promover el interés de los jóvenes por otro tipo de agricultura más innovadora y eficiente, y que, a su vez, les dé una salida profesional e ingresos económicos para ayudar a sus familiares.
Motivación y a quién va dirigido el proyecto
Nos motiva el cómo y para qué hacemos las cosas porque creemos en una cooperación al desarrollo que construya bien desde el principio.
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Nos motiva que las personas no vuelvan a pasar hambre.
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Nos motiva que las familias sean autónomas: ellas deciden qué plantar.
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Nos motiva que en los hogares no coman lo mismo todos los días.
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Nos motiva que las familias puedan escolarizar a sus hijos/as.
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Nos motiva que las mujeres tengan una oportunidad.
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Nos motiva que los jóvenes se ilusionen por su futuro.
Pero nos motiva más aún qué podamos hacer todo eso de una forma ética que respete a las comunidades y a sus futuras generaciones. Que el desarrollo no sea sinónimo, como lo ha sido durante décadas, de aguas contaminadas, bosques quemados o suelos muertos que no dejan de emitir gases efecto invernadero.
El hambre no es un mal irremediable.
Súmate a #RiegoSolarParaMassane.
Nos motiva gente como tú.
¿A quiénes queremos ayudar?
El proyecto beneficiará de forma directa a 44 familias agricultoras, un total de 308 personas, que forman la Asociación de Massane. Representada por:
25 mujeres cabezas de familia (175 personas).
19 hombres cabezas de familia (133 personas).
Estas familias viven en comunidades rurales aisladas del distrito de Chibabava (Mozambique). Zonas con insuficientes o nulos servicios básicos dónde la inseguridad alimentaria y la desnutrición son dos variables constantes.
¿Cuál es la situación de estas familias?
El distrito no dispone de electricidad, ni de agua corriente. Las mujeres son las encargadas de ir a buscar el agua (ayudadas por los niños y recorriendo distancias que pueden llegar a los 20 km), responsables de desgranar y moler el maíz, de los cuidados del hogar y la parcela familiar. El hombre, en cambio, es el encargado de buscar trabajo fuera de casa, pero en un entorno con escasas posibilidades laborales, ellos emigran hacia la capital, Maputo, o hacia el país vecino Sudáfrica en busca de trabajo. Las madres se convierten así en las cabezas de familia.
Las familias tienen un promedio de 7 hijos/as y el analfabetismo alcanza el 90% en las madres y al 50% en los padres. Esto se debe principalmente al temprano abandono escolar por parte de las mujeres debido a matrimonios tempranos, embarazos prematuros o para ayudar a su familia.
Experiencia previa y equipo
Desde 2017 trabajamos por y para las comunidades rurales de Mozambique con el objetivo de apoyarles en el desarrollo de sistemas alimentarios sostenibles y locales. Con un triple enfoque: un impacto social, económico y medioambiental. Nuestros proyectos se centran en las familias agricultoras y están enfocados a las energías limpias, prácticas agrícolas sostenibles y a los niños/as más vulnerables de todas estas comunidades.
Azada Verde está formada por 9 trabajadores y 15 voluntarios. En terreno trabajan 7 personas: Elisa, Sete, Luis, Felipe, Filimone, José y Samuel. En España trabajan Hugo y Laura con el apoyo del equipo de voluntarios.
Para poder desarrollar e implementar los proyectos en terreno contamos con la ayuda de la asociación ESMABAMA (contraparte local de Azada Verde) que cuenta con una trayectoria muy destacada en Mozambique desde hace más de 30 años. Se trata de un referente en el país por su experiencia y labor social en gestión de proyectos con donantes internacionales.
La primera semilla de Azada Verde nace en el 2013 cuando a Hugo, con otra organización, lo envían por primera vez a Mozambique. A los tres años de estar allí, el proyecto se terminó y se tuvo que volver a España. Pero eso era solo el inicio. Quedaba mucho por hacer. Los cambios necesitan acompañamiento, mantenimiento y apoyo durante periodos generosos de tiempo. Sin eso, cualquier proyecto, inversión y esfuerzo se desvanece con la misma rapidez que se inició. Por está razón creamos Azada Verde porque una vez conocimos aquellas personas fuimos incapaces de dejarles atrás.
Conoce algunos de nuestros proyectos:
Proyecto Bici-Bombas de Agua.
Proyecto Asociaciones Agrícolas.
Proyecto Escolas de Paz.
Proyecto Alimentación Internados.
Si quieres conocer toda nuestra transparencia, te dejamos el enlace a nuestra MEMORIA ANUAL 2020 donde encontrarás más información sobre nosotros y los proyectos.
Red de entidades que colaboran durante esta campaña: