26 primaveras, las mismas que cumple mi hijo mayor que como su hermano, aprendió a andar aquí entre las piedras.
Piedras disgregadas de la dura roca, la Roca Madre de la Montaña sobre la que se asienta el Villar de Zucaina, que fue mar hace ya mucho.
Roca dura que nos sigue devolviendo la grandeza de juntar esfuerzos, sin prisa, con paciencia, regresando la vida que albergó hace milenios en forma de fértiles huertas. Nos abriga en el frío invierno y nos da frescor en el estío.
26 años aprendiendo a convivir con ella nos han enseñado que compartir, es uno de los más grandes placeres y que para que algo dure, tiene que haber comunicación y escucha.
Y ese aliento volvió a volar dándolo todo, en esta Fiesta de los 26 Años de Molino del Villar, Agricultura sin Venenos y Energías Renovables que celebramos el 5 de mayo, donde además, celebramos que aquí en Zucaina, se defendió la alegría y que se intentó frenar la barbarie de la sublevación militar del 36.
Gentes de esta Villa y de fuera de ella, lucharon aquí y fueron represaliadas por el fascismo del pequeño tirano. Zucaineros y Zucaineras Leales a la República que en el humilde Homenaje que abrió la Fiesta, volvieron a su pueblo sacudiéndose el polvo del olvido con sus nombres y apellidos propios.
Esa dignidad y valentía, nos sigue inspirando en cada Primavera. Gracias.
www.molinodelvillar.org