Recuperación y acondicionamiento de una construcción existente, como alojamiento rural y complemento de los talleres y cursos que ya se realizan.
El proyecto Molino del Villar, Agricultura sin Venenos y Energías Renovables, después de más de dos décadas dedicadas a la elaboración artesana e integral de panadería y bollería biológicas con energías renovables www.molinodelvillar.org, se vio forzada el pasado diciembre, a cerrar una etapa y abrir otra, centrada ahora en los Cursos con los que empezó hace dos años y la realización de actividades relacionadas con la apuesta y puesta en valor, del medio rural.
Además de los cursos de Pan Bio (iniciación y segundo nivel) y de Construcción-Manejo de Hornos Morunos, ampliará su oferta con los Talleres de Energías Renovables, Senderismo y Montaña, ofreciendo con este nuevo Proyecto de Recuperación, un alojamiento complementario de turismo Rural consciente y Responsable, que amplíe y mejore la oferta del proyecto.
Lo recaudado, irá destinado a la reforma, su acondicionamiento y al equipamiento interior de calefacción, luz, baño, mini-cocina y mobiliario.
Además de las aportaciones, para cubrir la inversión, se trabajará directamente en su ejecución con la experiencia adquirida en la rehabilitación integral de la Masía, a lo largo de estos 24 años.
Todas estas actividades, posibilitarán la continuación de un proyecto y con Él, que una Masía recuperada en la Comarca del Alto Mijares de Castellón, no se pierda.
Descripción del proyecto. Características, fortalezas y diferenciales.
¿Consciente y Responsable?, pues sí.
En la medida de nuestras posibilidades, debemos tomar consciencia de lo que supone apoyar a proyectos sostenibles, que recuperan espacios rurales, utilizan energías renovables, prescinden de venenos, haciendo un uso racional de los recursos y cuyas construcciones, se integran en el entorno. De esa manera, conscientemente, apostaremos por unos valores con los que el disfrute, no represente una amenaza para el medio ambiente.
La construcción, estará integrada respetando los materiales tradicionales con el acabado externo de sus muros, con de piedra del lugar.
Energéticamente, compartirá las instalaciones de fotovoltaica, eólica y solar térmica, que dan servicio a la Masía y al obrador. La carpintería de madera, con acabado ecológico y doble acristalamiento, junto con un vestíbulo acristalado a la entrada a modo de doble puerta, serán los encargados de mantener una temperatura confortable en el interior, minimizando el consumo de calorías en invierno. La calefacción central de biomasa, será apoyada con un captador solar de aire, que aprovechará la radiación que nos regala esa preciosa gran estrella.
A nivel de plazas “El Granero del Molino del Villar” contará con dos literas abatibles y una cama doble también abatible, contando además ocasionalmente, con dos camas más, ubicadas en un altillo, de manera que pueda acoger tanto a un grupo de 4 - 6 personas, como a una pareja.
Una cocina “isla” polivalente, estará ubicada en el espacio central, donde se podrá cocinar o calentar alimentos, para lo que dispondrá de una placa de dos fuegos con extractor de techo, y fregadero con escurridor. La parte fija de la encimera es doble, y una mitad, puede abatirse sobre la zona de preparación de alimentos, de manera que queda oculta, permitiendo utilizar toda la superficie, bien para estar o bien para comer y cocinar. Bajo la encimera, dispondrá de espacio suficiente para almacenamiento menaje, despensa y desperdicios, ubicando además, una eficiente nevera.
Dos baños completan el equipamiento: uno completo con ducha y otro con taza y lavamanos.
Sin duda, este nuevo proyecto pondrá en práctica todo lo aprendido en las mejoras que a lo largo de estos 24 años, hemos ido consiguiendo y que han permitido, que el Villar de Zucaina, sea un espacio recuperado, habitable, referente del aprovechamiento de la arquitectura tradicional de una Masía con más de 300 años y del aprovechamiento y eficiencia energética.
Motivación y a quién va dirigido el proyecto
Llegué a estas tierras del Alto Mijares de Castellón, en el invierno de 1992, con un sueño bajo el brazo (Molino del Villar, Agricultura Sin Venenos y Energías Renovables), con un bebé que a la primavera nacería, y con su madre para compartirlos. Una mano delante y una mano detrás, con muchos amigos y amigas (conocid@s y desconocid@s), dispuest@s a empujar lo que entonces se conocía como “volver al campo”.
Horno Moruno. Artesa de madera. Manos para trabajar la masa integral, fermentada con levadura madre (lacto bacilos). Ganarnos el Pan, nuestro Pan de cada lunes, que este próximo año cumpliría 24.
Construir el Horno (la bóveda) y en torno a él, la primera fase del obrador. Acondicionar la casa, que vivía sin cristales. Sin baño, sin agua, sin luz eléctrica… Mucha obra, mucha leña y mucho huerto ecológico. Muchos kilómetros yendo a moler a Vistabella, que como José, ningún Molinero para hacerla 100% integral. Ferias Alternativas, cuando todavía lo eran. Criar dos hijos, que te recordaban que el día tiene 24 horas para ensancharlas. ¡Ay cuerpo!, cuerpecito mío, ¡qué caña te he metido! (La Bebé)
Años recuperando una Masía…desamparada, debajo de los últimos encajes de las faldas del Penyagolosa, donde la gente no marchó. La echaron el olvido y el abandono de tooodas las administraciones. Y detrás de esa gente luchadora, que cerró la última puerta abierta -la del Molino del Villar- llegamos nosotras, eligiendo apadrinar estas Montañas, sus cristalinas aguas, sus fértiles huertas, su dura roca, sus bandadas de abejarucos, sus tejones, sus buitres leonados, sus zorros, sus cabras montesas, sus verdes paisajes y a sus gentes. Gentes maltratadas, endurecidas, ásperas a veces, con las que tender puentes.
Y la ciudad, de donde partimos, quedaba tranquilamente lejos, de donde no huimos, sino de donde recogimos lo aprendido y apostamos decididamente por recuperar otra manera más justa de relacionarse con el entorno, otra forma de trabajar más sana y de elaborar alimentos sin venenos, respetuosos con la Tierra y con las Personas, para demostrarnos que el futuro, empieza cuando abres los ojos por la mañana, cuando eres consciente de que hemos nacido para ser soberan@s y decidir lo que hacer, cómo hacerlo, dónde hacerlo y con quién. Casi nada, sólo han pasado 24 años.
Pero a veces, los sueños, son golpeados brutalmente y se rompen como cristales. Seguir cociendo buen pan con buenas energías para llevarlo a la mesa de otr@s, dejó de ser posible el pasado diciembre en el Molino del Villar. Para las grandes empresas que fabrican lo que llaman “pan ecológico”, hacer buen pan, no es un negocio rentable, pues requiere tiempo y espacios de trabajo ocupados por más tiempo. Sustituyen la calidad nutritiva del buen Pan, por harinas refinadas que lo hacen más dócil y aparente, en vez de educar a los consumidores y consumidoras para que recuperen y se reencuentren con el verdadero sabor del Pan. En vez de levadura madre, utilizan levadura prensada o una mezcla de ambas y aditivos panarios… autorizados. Poco o nada fermentado, este tipo de sucedáneo -muy alejado del Pan Biológico y normalmente refinado- es poco saludable, por muy ecológicos que sean sus ingredientes, pues su gluten queda intacto y nuestro cuerpo, sin predigerirlo en una larga fermentación, no se maneja bien con él. Lo que sí que saben es sacar grandes beneficios, ofreciendo un producto a bajo coste, utilizando las mismas instalaciones con las que fabrican productos trastornados, fabricando “pan ecológico” cambiando únicamente los ingredientes, manteniendo la misma fermentación que con el pan basura. Y a l@s más pequeñ@s, nos matan, en un momento tan difícil como este, en el que el consumidor baja la guardia y le pesa el bolsillo vacío.
Así que, como much@s otr@s, bajamos la persiana. Pero quiero seguir aquí, compartiendo lo aprendido, con los Cursos de Pan Bio, con los Talleres de Construcción y Manejo de Hornos Morunos, con nuevos talleres de Energías Renovables y con el Turismo Rural Consciente y Responsable. Toca recomenzar, recoger lo aprendido, mejorarlo y tirar pa’lante.
Querían echarme, quitarme el pan de la boca, pero no me iré, yo me quedo aquí.
Por eso necesito de vuestro apoyo para empujar este Proyecto de alojamiento Rural y os invito a descubrir este lugar, al que vale la pena llegar, donde podréis disfrutar en grupo o en pareja, de unas confortables instalaciones, realizar senderismo, conocer nuevos lugares, aprender a hacer Pan Bio, Construir un eficiente Horno Moruno, un captador solar, adentraros en los entresijos de las instalaciones con energías renovables, o simplemente disfrutar de la tranquilidad, entre estas amigables Montañas del interior de Castellón.
Objetivos de la campaña de crowdfunding
El objetivo es poder ofertar un Alojamiento Rural Consciente y Responsable, que junto a los Cursos y Talleres que ya se realizan, pueda consolidarse como el medio de vida que me permita seguir viviendo aquí y continuar mimando a este Lugar, poniendo en valor sus diferentes personalidades, mostrando a través del equipamiento de las instalaciones creadas, un recurso educativo ejemplar en sí mismo.
Experiencia previa y equipo
Creo que “todo está por hacer y que todo es posible”, porque creo firmemente en las capacidades de las personas, sabiendo que la única diferencia entre las habilidades de unas y de otras, es la motivación y el estímulo para desarrollaras. Soy autodidacta y doy fe de ello.
Durante los últimos 24 años, me he dedicado a recuperar un hermoso lugar, a devolverle la vida que en otros tiempos lo inundaba todo, entre estas acogedoras Montañas del Alto Mijares de Castellón.
Crear un Proyecto, sostenible en el tiempo, respetuoso con todo y que al compartirlo, fuese referencia de que las cosas se pueden hacer de otra forma auto gestionando nuestras capacidades, ha sido el horizonte de todo trabajo realizado.
Así, a “riñón”, se levantó este proyecto, apoyado en los 90 por muchas de aquellas personas que soñaban con “la vuelta al campo”. Aprender lo que no se sabe, para saber que se puede hacer y continuar caminando.
Un obrador artesano, de Pan Integral Biológico, con levadura Madre, cocido en Horno Moruno y dotado de energías renovables para cubrir TODAS sus necesidades energéticas, y las de la vivienda.
Durante esos 24 años, he llevado la gestión a todos los niveles, producción y comercialización del proyecto Molino del Villar, Agricultura sin Venenos y Energías Renovables, planificando y realizando directamente, la mayor parte de las obras, tanto de la construcción del obrador y del horno moruno, como de la rehabilitación de la Masía, así como de todas las instalaciones de electricidad, agua y calefacción, diseño web e informática y energías renovables: micro hidraúlica, solar térmica, micro eólica y fotovoltaica.
Muchas han sido las personas que durante este tiempo, han estado y están alrededor colaborando en el proyecto, bien participando directamente en él en alguna de sus fases, bien como consumidoras de los productos biológicos aquí elaborados, o realizando alguno de los Cursos o Talleres. El compartir con estas personas, es lo que me hace hablar en plural.