Teaching life, saving lives (Enseñar vida, salvar vidas)

Más de 500 mil personas palestinas viven refugiadas en Líbano. Están invisibilizadas, confinadas en campos de refugiados y no disponen de derechos civiles ni sociales. Forman parte de los 7 millones de refugiados palestinos que se prevé que hay en el mundo (5 millones inscritos en la UNRWA) y del total de las más de 117 millones de personas que se han visto forzadas a desplazarse de sus países. La población refugiada palestina, a pesar de ser una de las más grandes en el mundo, es la eterna olvidada.

La presencia de población refugiada palestina en el Líbano se remonta a la expulsión provocada durante la ‘Nakba’. La primera oleada de población refugiada llegó al país en 1948. La mayoría de personas habían dejado sus casas con la esperanza de volver cuando las cosas se calmaran en la zona. No fue así y se establecieron en distintos campos del sur del Líbano. Las siguientes olas llegaron en 1967, con la ocupación de Cisjordania y Gaza por parte de Israel; 1970, con la expulsión de la resistencia Palestina de Jordania; y el año 2013, con la guerra en Siria.

Actualmente, Líbano acoge en su territorio 12 campos de refugiados reconocidos como tales. Algunos -como el de Ein El Hilweh- están rodeados de paredes de hormigón armado y controlados por militares libaneses que facilitan el acceso, o lo niegan, teniendo absoluto control sobre lo que entra o sale de estos campos. Las presiones aumentan cada vez más, convirtiéndolos en guetos y transformándolos en los campos de concentración de sujetos que viven en una sociedad paralela. Pese a ello, los palestinos y sus organizaciones, en tiempos de guerra, siempre han estado en el frente de la ayuda a otros desplazados como los ciudadanos sirios, kurdos e incluso los libaneses.

En las últimas semanas, debido a la escalada de Israel sobre el Líbano, a las necesidades habituales de un hospital en un campo de refugiados se suman las urgencias de un conflicto imprevisible. Los bombardeos en el sur del Líbano comenzaron en octubre de 2023 y desde entonces la situación se ha intensificado. En las últimas semanas, la violencia ha afectado no sólo al sur -donde ha comenzado una incursión terrestre de tropas israelíes- sino también a Dahyeh (los suburbios de Beirut), el valle de la Bekaa y Baalbek.

Ante esos ataques, los efectivos del Hospital Al Nida’a se han visto obligados a tener que actuar fuera de sus márgenes para poder atender a heridos en sus instalaciones, así como poner sus recursos al servicio de aquellos que los necesitaban aunque estuvieran fuera de su ámbito de influencia natural. Heridos por los bombardeos israelíes han sido trasladados en las ambulancias de la organización Human Call y atendidos por los profesionales del Hospital Al Nida’a. Las necesidades se han multiplicado exponencialmente tanto en recursos materiales como en el reclutamiento de nuevos efectivos para atender las urgencias tanto dentro del hospital como en los suburbios de la ciudad de Sidón o pueblos adyacentes.

El campo de refugiados Ein El Hilweh está situado en Sidón, en el sur del Líbano, y está considerado la capital de la diáspora palestina.
Es un campo en el que más de 130 mil personas viven en condiciones muy precarias (con edificios inestables y falta de servicios esenciales como atención sanitaria, electricidad y agua) en un espacio 1,5 km2.

La misma población del campo lleva años organizada para cubrir las necesidades sanitarias cotidianas, pero también las consecuencias de los ataques que sufren por parte del ejército israelí de forma recurrente. En este contexto nació en 1988 la Asociación Human Call, que ha pasado de ser un grupo de personas con mucha voluntad y una pequeña oficina, a convertirse en una organización profesional bien equipada, reconocida a nivel internacional y que gestiona un hospital equipado con sala de neonatos, servicio de emergencias, quirófanos, ambulancias y salas de observación.

En el contexto de escalada de los ataques de Israel en toda la región, en el campo de refugiados Ein El Hilweh se están organizando para afrontar la emergencia sanitaria. Por eso hacen un llamado internacional para reforzar el Hospital Al Nida'a y poder dar cobertura al aumento masivo de heridos.

El objetivo del proyecto es garantizar el buen funcionamiento del hospital, con el gasóleo necesario para que su generador pueda funcionar 24 h cada día de la semana (recordamos que en los campos solo se dispone de 2 a 3 horas diarias de electricidad y el hospital no puede beneficiarse porque su consumo es mayor del que se ofrece), el abastecimiento de los materiales sanitarios necesarios para poder atender un gran flujo de pacientes en un periodo corto de tiempo, como lo que se prevé que puede ocurrir con la actual escalada de los ataques en el sur de Líbano por parte de Israel, y que de hecho ya está ocurriendo con ataques en el propio campamento de refugiados.

El Hospital Al Nida’a es el único de sus características en el campo de refugiados, donde si bien existen clínicas, ninguna de ellas llega a cubrir todos los servicios de salud que sí presta este hospital. Cabe resaltar que en Ein El Hilweh viven diferentes sensibilidades religiosas y políticas. El hospital, a través de sus más de treinta años de existencia, se ha ganado el respeto como espacio neutral entre todos estos grupos.

Las necesidades específicas para que el hospital pueda dar respuesta a la entrada masiva de heridos durante un mes son varias. El objetivo mínimo quiere priorizar:

• Compra de carburante para que el generador del hospital pueda estar en funcionamiento las 24 horas del día
• Suministros médicos como anestesia, compresas, material farmacéutico, herramientas básicas de atención en quirófano, etc.

En caso de llegar al importe óptimo, el proyecto también prevé dar cobertura a sueldos y servicios y, si se supera el óptimo, alargar el proyecto hasta 3 meses:

• Apoyo al cuerpo de primeros auxilios, carburante por ambulancias
• Incentivos para voluntarios en forma de dietas
• Sueldos de trabajadores del hospital
• Cobertura de los servicios médicos para todos
• Apoyo a centros médicos que, bajo la tutela de la Asociación Human Call, operan en otros campos como Nahr El Bared y Al Baddawi

La escalada de ataques de Israel está provocando una situación de emergencia sanitaria en los campos de refugiados que el estado libanés es incapaz de atender. El centro sanitario de referencia de los palestinos del sur del Líbano es el Hospital Al Nida'a, que se encuentra desbordado por las consecuencias de los bombardeos israelíes. La Asociación Human Call, que gestiona el hospital, hace un llamamiento internacional a todas las personas solidarias con el pueblo palestino para que ayuden a reforzar la atención médica a los refugiados palestinos.

El grupo promotor de esta iniciativa está formado por personas de Catalunya y el Estado español con larga experiencia en el activismo y la solidaridad que han estado implicadas en campañas como la de la [‘Flotilla de la Libertad’](https://freedomflotilla.org/), que en 2010 intentó romper por mar el bloqueo en Gaza, o coordinando viajes con observadores internacionales a los campos de refugiados palestinos en Líbano, como [‘Puente a la otra Orilla’](https://www.youtube.com/watch?v=lWYVeG-X8mE), desarrollado en 2008, que acercó a los campos de refugiados a políticos, periodistas y artistas catalanes. Llevan años trabajando apoyando internacionalmente a la Asociación Human Call y conocen la profesionalidad de esta organización en la labor que hacen de atención sanitaria a su comunidad.