Benín, niños brujo y niños esclavo. Una vuelta de tuerca contra los prejuicios y estigmas del África negra. Una mirada íntima a uno de los países más pobres del mundo en las entrañas de lo más prohibido de África. Diferentes niños y niñas narrarán en primera persona como enfrentan su presente y futuro, sin perder la mirada a su pasado.
Resumen
Benín, puerto principal de África del que salieran los barcos de esclavos durante más de 300 años, revive esta triste realidad en pleno siglo XXI. Siendo uno de los países más pobres del mundo y con una edad media de poco más de 17 años, la venta de niños se ha convertido en una práctica habitual en el país. Se estima que cerca de 40.000 niños y niñas son vendidos o “cedidos” todos los años. En algunos casos, estos niños acaban en manos de mafias y organizaciones que explotan su mano de obra en las minas y campos de Nigeria, en el mejor de los casos. Muchos de estos niños y niñas son explotados sexualmente e incluso existe un gran mercado de comercio de órganos, utilizados tanto para trasplantes ilegales como para rituales de la zona.
Del mismo modo algunas tradiciones, como la de los niños brujo, tienen una fuerte repercusión en las niñas y niños del país. En algunas zonas y guiados por una interpretación perversa de la tradición, cuando un bebé nace con alguna anomalía (viene de espaldas en el parto, tiene dientes al nacer, se cae al suelo al salir u otras múltiples razones) se le considera un niño brujo. Estos niños que se supone portan “malos” espíritus, en definitiva, portan mala suerte para la familia y el poblado, son asesinados al nacer o con suerte tienen que vivir con el sambenito de ser responsables de todo lo malo que suceda a su alrededor el resto de su vida. Normalmente, si los niños han conseguido sobrevivir, son asesinados cuando algo grave pasa en su entorno.
Pero no todo es ese lado macabro de algunas tradiciones. La juventud Beninesa se enfrenta a grandes retos y ha sido capaz de mejorar las perspectivas de vida para los próximos años. Se ha generado un tejido social y unas relaciones que ven su presente y futuro con otra mirada, sin perder de vista su pasado. Es una generación que se debate entre la tradición y la globalización, entre la pobreza y la dificultad para desarrollarse por la falta de recursos. Este documental pretende dar voz a la infancia de Benín, una generación que se reivindica así misma y que mira con gran interés el futuro y la transformación del país.
Algunas situaciones y personajes.
-
Las minas a cielo abierto. Las grandes minas son uno de los lugares que más niños esclavo alberga. La mano de obra barata es un gran reclamo para empresas, en muchos casos transnacionales, que se benefician de estos niños para sacar los minerales. Los llamados “picapiedra” son niños que pasan jornada tras jornada extrayendo los minerales de la roca viva.
-
El mercado de Cotonú, una de las principales ciudades del país, es de los más grandes de la zona. En él multitud de niños son explotados laboralmente, con salarios simbólicos, durmiendo en las calles, sin poder asistir al colegio y con grandes problemas tanto sanitarios como de seguridad. Trabajando de sol a sol, en muchos casos siendo comprados a sus padres, que debido a la pobreza no pueden hacerse cargo de ellos. Uno de nuestros protagonistas nos contará cómo es su vida en este mercado, seremos testigos de cómo el tejido social y algunas organizaciones consiguen ayudar a que estos chicos y chicas puedan salir de esta realidad.
-
En Ouidah, como ejemplo de lo que ocurre en muchas zonas rurales del país, algunos bebés son considerados desde que nacen como niños brujos. El hecho de que sean considerados así es de lo más variopinto, como su forma de crecer o alguna señal “anómala” en su alumbramiento. Algunos de ellos son asesinaos al nacer o bien maltratados y culpados e todos los males de la comunidad. Esta práctica, aunque residual, es uno de los grandes retos a los que se enfrentan las organizaciones humanitarias y las diferentes administraciones. Para ello, acompañaremos a uno de estos niños y sus familias para conocer de primera mano sus razones y consecuencias.
-
El lago Ahemé, uno de los más grandes del país, es hogar de pescadores de la zona. Podremos ver como las mujeres y niñas desarrollan su trabajo y buscan conseguir una mejor posición dentro de la comunidad. Nos adentraremos en las formidables relaciones familiares, con estructuras muy amplias y desarrolladas, que tratan a todos los miembros como hijos o hermanos.
-
El norte del país es una de las zonas más interesantes, con grandes extensiones de selva y con una población mucho más rural que en el sur. Veremos las tradiciones tan singulares y arraigadas de esta zona, sus costumbres y su forma de vida. También veremos como muchos niños y niñas tratan de llegar al sur, a las grandes ciudades con el sueño de conseguir una vida mejor. Este sueño se ve siempre truncado por la realidad, que les obliga a ver cómo la explotación laboral es la única forma de ganarse la vida. Pero el norte es también una tierra de alegría y costumbres ancestrales que le dotan de un interés antropológico esencial, manteniendo relaciones y comportamiento que generan una comunidad muy fuerte.
-
La puerta del no retorno, monumento a la zona desde donde salieron los esclavos de Benín por más de 300 años. Más de un millón de negros fueron llevados principalmente a América como esclavos, este es uno de los principales puertos del mundo desde donde salían. Analizar las atrocidades que se hicieron en esta zona y a sus pobladores serán unas de las prioridades de este documental. Del mismo modo veremos las similitudes con la realidad actual, en la que la esclavitud sigue siendo algo a erradicar, principalmente en la infancia.
El documental pretende mostrar una de las múltiples realidades del África subsahariana. Desde una perspectiva social mostrar la situación de la juventud en Benín, así como los retos a los que se enfrenta. Los propios niños y niñas serán los protagonistas que nos narren sus experiencias, siguiendo sus pasos en su día a día. Desde los casos más terribles, cómo en algunos casos se enfrentan a la pobreza o la esclavitud, hasta sus nuevas esperanzas y cómo luchan por conseguir mantener sus tradiciones con una mejor calidad de vida. Un país que en los últimos años ha conseguido una alta escolarización, una mejora en sus condiciones de vida y una gran estabilidad social y política, que ahora tiene los retos de mejorar las perspectivas de futuro de su infancia. Un país que tiene una edad media de 17 años, con 5 hijos por mujer y una esperanza de vida de 61 años, lo que nos da una clara idea de la situación y las dificultades para desarrollarse.
Somos conscientes de las dificultades de implementar un proyecto tan ambicioso y de una temática tan arriesgada. Por eso mismo lo hacemos. Las dificultades son las que normalmente hacen que este tipo de temáticas permanezcan silenciadas. Además de ser temas que las grandes productoras suelen ver como poco rentables (y es cierto, son poco rentables) los riesgos añadidos del viaje hacen que casi nunca se lleven a cabo.
Nos hemos decantado por financiar el proyecto a través de Crowdfunding debido a que creemos que los proyectos sociales deben tener un tejido generado previo. Este tejido es el que esperamos haga sentir partícipes a los cofinanciadores y el tema a tratar tenga un mayor recorrido. Nuestra intención con este documental es, en definitiva, que sea visto por el mayor número de personas posible, todos sabemos que son muy pocos los documentales de temática social los que llegan a amplios espectros de población. Uno de los puntos fuertes de este proyecto son las personas involucradas en el mismo. Todas tenemos claro la necesidad de grabar este tema y tenemos la absoluta convicción de que el documental debe ser liberado para que todo el mundo tenga a acceso a él.
Nuestra principal motivación es dar a conocer la realidad de la infancia en Benin. Poder documentar gráficamente lo que está aconteciendo y que el gran público pueda sensibilizarse y conocer el presente y futuro de estas niñas y niños. Nos mueve el hecho de que la situación de África está completamente silenciada, no conocemos apenas nada más allá de una visión muy negativa derivada de la tradición cinematográfica. La imagen que se tiene de estos países está completamente desvirtuada y creemos de gran importancia conseguir que sean las propias personas del país las que nos narren su día a día. Así mismo poder sacar a la luz algunas cuestiones sociales que, por otro lado, son invisibles y anacrónicas.
Este documental va dirigido principalmente a aquellas personas que no tienen una implicación directa en alguna causa que afecte a esta parte del mundo. Somos conscientes de que este sector de la población es mayoritario, por lo cual queremos obtener un documental íntimo y atrayente que consiga despertar en ellos la empatía y la sensibilidad suficiente para que sean conscientes de lo que enfrenta la infancia beninesa. El público joven es nuestra prioridad, ya que son ellos a los que les corresponde comenzar a crear una mentalidad que consiga erradicar algunas prácticas y pueda poner el foco en estos países olvidados en “occidente”.
Julio Pérez del Campo
Licenciado en Protección Medioambiental por la universidad de Irlanda en 2004 y en Ciencias Ambientales por la URJC en 2005. Tras varios años trabajando de profesor en diferentes institutos de Castilla –la Mancha y en la UNED, y varios cursos de dirección y dirección de fotografía, decidió especializarse con el Máster en Documental y Nuevos Formatos de la URJC. Desde entonces ha realizado diversos documentales como Christmask, Autorretrato, La levedad y la Jara, YHWH o La sangre, la tierra (seleccionado en el MIFEC). Como director del documental Galerías fue ganador del Premio a Mejor Documental Internacional del Festival Nacional de Cine Estudiantil FENACIES (Uruguay), ganador del Premio a Mejor Cortometraje Español en el Montecatini International Short Film Festival (Italia) y seleccionado en diversos festivales internacionales como el FICVI, VOFF, FCIP, MACS y algunos más. Más adelante realizó dos micrometrajes junto a su compañero Carles Bover: Camino y Lezione di italiano. Este último formó parte de la sección oficial del Concurso Europeo de Creación Audiovisual 2015. Ha dirigido y producido, junto a Carles Bover, su primer largometraje documental, sobre la situación de Gaza tras el bombardeo israelí del verano de 2014, titulado Gas The Arabs y el cortometraje Gaza, ganador del premio Goya a mejor cortometraje documental 2019. Actualmente se encuentra en la última fase de posproducción del documental Plastisfera, sobre los flujos y el impacto de los microplásticos alrededor del mundo.
Carles Bover
Nacido a Palma el septiembre de 1991, es graduado en Comunicación Audiovisual y está especializado con un Máster en Documental y Nueces Formados y en Distribución y marketing audiovisual. Realizó en 2014 su primer reportaje social sobre la inclusión educativa de las personas con parálisis cerebral, titulado ‘Inclusió amb data de caducitat’, el cual fue ganador del V Premio de Periodismo Alberta Giménez como el mejor reportaje social audiovisual.
En 2015, Carles Bover se inició con su primer cortometraje documental, ‘Escucha mí mirada’, como productor, director y guionista de su propio proyecto. El cortometraje obtuvo el premio a Mejor Cortometraje Green Shooting en el concurso de PalmaActiva y el Ayuntamiento de Palma. Además, fue seleccionado en otros festivales de cine como el Festival de Cine Internacional Abycine o el Certamen de Cortometrajes Art Jove 2016. Este mismo año, fue escogido Jurado en representación de España en la selección Venice Days del Festival de Cine de Venecia organizado por Europa Cinemas, Lux Film Prize y el Parlamento Europeo.
En 2017 coprodujo y codirigió con Julio Pérez su primer largometraje documental ‘Gas the Arabs’ (2018), del cual ha escrito el guion original, sobre la situación de la Franja de Gaza después del último bombardeo del ejército de Israel. El largometraje se estrenó en salas de cine y circuitos culturales el 20 de abril de 2018 y se ha emitido por varios países a través de canales como TeleSur, Al Jazeera o Hispan TV. Además, ha producido, escrito y dirigido con Julio Pérez su último cortometraje titulado ‘GAZA’ (2017), el cual ha sido ganador de varios premios entre los que destaca el premio Goya 2019 a Mejor Cortometraje Documental. Así como también ha sido seleccionado en más de treinta y cinco festivales y se ha proyectado más de un centenar a veces, tanto al ámbito nacional como internacional.
Actualmente, ha producido y dirigido su primer largometraje documental en solitario titulado ‘Destrucció creativa d’una ciutat’. El documental trata sobre la expulsión que se sufre en las ciudades a consecuencia de los procesos de gentrificación y la turistificación como telón de fondo y ya está disponible en Filmin.
Rafael del Olmo
Ingeniero de telecomunicaciones, diseñador de sonido, compositor musical y fundador de Woofer8 - Audio Services. Empezó a estudiar piano con 4 años, se pasó al violín a los 8 y recaló finalmente en la guitarra a los 14. Ha grabado discos de estudio, trabajado de músico de directo en proyectos propios y para otros artistas como Mónica Naranjo; como artista de audio en videojuegos de las sagas Star Wars: Battlefront, Mass Effect, Battlefield o FIFA; y compuesto música para documentales, escape games y videojuegos.
Cecilia Sánchez Benz
Socia fundadora de El Retorno Producciones, desde la que han llevado a cabo la producción de diferentes trabajos en el ámbito de la televisión, documental y publicidad, entre los que destaca el cortometraje Gaza, con el que en 2019 ganan el Goya al Mejor cortometraje Documental, dirigido por Julio Pérez y Carles Bover.
Cuestiones adicionales:
Nuestra intención es contratar a personas sobre el terreno que nos ayuden a desarrollar tanto el trabajo técnico como logístico. Creemos muy importante buscar personas del país para que en cierto modo sea un trabajo cooperativo, además de poder conseguir su punto de vista como locales.
Muchos de los puestos del equipo dependerán de si logramos el objetivo que buscamos con nuestro crowdfunding. Tenemos claro la importancia de que todas las personas que trabajen, sea en el puesto que sea, reciban un salario digno. Algunos de los cargos, como traducción de subtítulos, corrección de color, etc. Se seleccionarán a la hora de acabar el documental, en función de las necesidades del momento y la narrativa que le queramos dar.