La Invisible es un Centro Social y Cultural de Gestión Ciudadana situado en un edificio de finales del siglo XIX en el centro histórico de la ciudad de Málaga.
La existencia de La Invisible es, en si misma, una oposición a la nefasta política de conservación del patrimonio por parte del Ayuntamiento que ha supuesto la demolición de 308 edificios históricos desde 1995.
Ese era el destino del inmueble que acoge a La Invisible (únicamente estaba prevista la conservación de su fachada), lo que pudimos evitar al entrar en él en 2007.
El objetivo que nos proponemos con este crowdfunding es reunir los fondos para iniciar la rehabilitación del edificio y garantizar la accesibilidad de todas.
Proponemos una rehabilitación en distintas fases para que no sea necesaria la suspensión de las actividades actuales de La Invisible. Hemos concretado un modelo de intervención respetuoso con la singularidad del inmueble y con los proyectos y comunidad que lo habitan.
Aunque el edificio es de titularidad municipal, el Ayuntamiento ya ha demostrado que ni siquiera invertirá en su conservación. El Ayuntamiento tiene en su poder nuestro proyecto de rehabilitación, pero resulta evidente que su estrategia pasa por que el edificio se deteriore para justificar un posterior desalojo.
En nuestras manos está impedirlo, y por eso abrimos este crowdfunding. Continuaremos demostrando que hay otra manera de hacer ciudad, más sostenible e incluso más económica, crear ciudad sin destruirla. Vamos a seguir regando este semillero de ideas y experimentación.
Mientras exigimos la cesión del espacio, continuaremos cuidando, habitando y rehabilitando La Invisible. Porque en momentos de crisis como el actual, espacios como este son vitales. Por eso, contamos contigo
Descripción del proyecto. Características, fortalezas y diferenciales.
¿Qué significa habitar? Habitar no es simplemente ocupar un recinto, llenar un vacío, aparecer donde antes no había nadie. Habitar es relacionarnos entre quienes compartimos un espacio, establecer vínculos emocionales y sociales. Habitar es vivir, en el más amplio sentido de la palabra. Habitar es, en definitiva, cuidar el lugar que nos acoge. Por eso, habitar es también rehabilitar.
En el año 2007 comenzamos a habitar este bello edificio del siglo XIX que entonces llamamos La Casa Invisible, porque quienes gobernaban en Málaga (los mismo que hoy día) no querían vernos, pero aquí estábamos y aquí estamos: creadores, vecinas y vecinos a los que les estaban robando el barrio, artistas de todo tipo, activistas sociales, educadoras y educadores...
No ha sido fácil, claro que no. Nuestra ciudad, gobernada por la derecha desde hace décadas, se encuentra en pleno proceso de turistificación, y ni siquiera la situación actual ha llevado al gobierno a pensar en otras vías de habitar la ciudad.
Ya en 2009, gracias a la intensa movilización ciudadana, tuvo que paralizar un primer intento de desalojo, de manera que en 2011 por fin firmó un acuerdo de cesión temporal del edificio (al que también se adhirieron la Diputación de Málaga, la Junta de Andalucía y el Museo Nacional Reina Sofía). El acuerdo lo incumplió, y cuando tocaba firmar la cesión temporal del edificio, como estipulaba, se negó. De nuevo, la movilización ciudadana consiguió que se frustrara otro intento de desalojo y se reanudaran las negociaciones. Y, para no perder la costumbre, el Ayuntamiento rompió unilateralmente esa nueva mesa.
El proyecto social y cultural también es el edificio que lo alberga. Ya lo hemos dicho, no entendemos habitar sin rehabilitar. Y queremos rehabilitar de modo respetuoso con las particularidades del edificio, cuyo valor patrimonial venimos defendiendo y protegiendo desde hace 14 años con el enorme y desinteresado esfuerzo de una multitud de personas.
La Casa-edificio y la Casa-gente respiran juntas: una hace a la otra y viceversa.
En 2016 hemos presentado un proyecto básico de rehabilitación integral del edificio, basado en un profundo conocimiento y estudio de sus características, así como en principios de bioconstrucción. Proponemos un modelo de intervención respetuoso con la singularidad del inmueble y con los proyectos y comunidad que lo habitan, de ahí que se ejecute en cuatro fases.
Seguiremos exigiendo al Ayuntamiento el retorno a la mesa de negociones (que la administración municipal levantó unilateralmente en 2018) para la cesión del Edificio. Ya hemos dado sobradas muestras de como logramos cuidar, habitar y reahabilitar el inmueble.
Con lo que recaudemos en este crowdfunding, continuaremos en este camino. El Ayuntamiento no puede seguir dando la espalda a este proyecto que cuenta con el apoyo mayoritario de la ciudadania. Con tu apoyo, seguiremos cuidando la Invisible, para todas.
El objetivo básico es conseguir inicialmente los 30.000 euros que permitan:
-Realizar las actuaciones minimas y necesarias en los edificios de Andres Perez y Nosquera, rehabilitando salas, escaleras y aseos.
Si conseguimos el óptimo de 90.000 euros, además de lo anterior, podremos realizar:
-Las adecuaciones para la accesibildad de la casa, instalando un ascensor en el edificio de Andres Peréz y un aseo accesible.
-La recuperación de espacios para el uso comunitario y el desarrollo de nuevos proyectos
-La reparacion de carpinterias y cristalerias interiores.
-La puesta a punto de las fachadas y medianeras
-Trabajos de optimizacion de soleria, revestimientos y pinturas
Estas obras permitarán continuar dando uso al espacio garantizando, como siempre hemos hecho, la seguridad, higiene y el respeto por los materiales y diseños originales y con valor patrimonial
Motivación y a quién va dirigido el proyecto
El proyecto va dirigido a toda la ciudadanía, creadores-as y colectivos afines de todo el mundo.
La Invisible es un espacio que durante 14 años, y de manera voluntaria, ha dado acogida a cientos de eventos artísticos, espacio de creación y reunión para movimientos y colectivos. En sus instalaciones cientos de proyectos solidarios han tomado forma y se han desarrollado en pro del bien comun.
La Casa, con sus más de 2.000 m² en torno a un patio protegido por una frondosa morera, un ficus y que aún conserva una fuente tradicional, se convirtió en un pulmón de cooperación, experimentación social y cultura libre. Iniciativas como la Universidad Libre y Experimental, talleres de indagación sonora y visual, un amplio abanico de artes escénicas y corporales, clases de español para extranjeros, punto de encuentro y organización de migrantes, de personas golpeadas por las sucesivas crisis (la última la de la COVID-19), hogar de colectivos feministas, ecologistas, de pensamiento filosófico.
Son incontables las vidas que han habitado, que han hecho respirar a la Casa y a las que la Casa ha hecho respirar.
Sus patios, salas y pasillos han sido y son un lugar de encuentro, de socializacion, de creacion y practica de comunidad alternativas al modelo ofrecido por la ciudad neoliberal.
Experiencia previa y equipo
Gracias a la intensa cooperación, inteligencia y generosidad de cientos y miles de ciudadanxs anónimxs, podemos afirmar que en este primer período de 14 años La Casa Invisible ha cumplido sus objetivos y se ha consolidado, aun con errores y problemas, como un espacio importante y necesario en la vida sociocultural de nuestra ciudad.
Los objetivos que nos marcamos fueron (y son):
:: Estimular procesos de autoorganización social que fortalezcan las redes y movimientos sociales que trabajan por la justicia social.
:: Crear un laboratorio de experimentación cultural protagonizado por creadoras locales y basado en criterios de cooperación, producción colaborativa y cultura libre.
:: Propiciar trayectos de formación en distintos ámbitos (ciencias sociales, política, tecnología, arte y creación, etc.) que fomenten el pensamiento crítico, el empoderamiento ciudadano, la creatividad social y la acción colectiva.
:: Experimentar modelos de gestión ciudadana de equipamientos y bienes comunes que promuevan una radicalización democrática basada en la equidad y la participación directa de vecinas y ciudadas en el diseño, elaboración y gestión de las políticas públicas.
Repasando la vitalidad que ha vivido el edificio de calle Nosquera encontramos miles de propuestas culturales y sociales (escenas musicales, creadoras, movimientos sociales, hackers, vecinas, migrantes, colectivos,niñas,etc) que son una muestra de la riqueza y la potencia que existe en nuestro territorio. La Invisible es un equipamiento que se sostiene en la cooperación y entrelazamiento de proyectos, iniciativas e ideas que surgen y se proponen desde la ciudadanía. El pulso y vitalidad de su funcionamiento depende por tanto de la intensidad y extensión de la cooperación que seamos capaces de propiciar.
En estos 14 años han pasado por La Casa Invisible colectivos sociales imprescindibles para el sostenimiento de la vida tales como Bienvenidos Refugiados, CNAAE, Coordinadora de Migrantes, La Resistienda, La PAH, Sindicato de Inquilinas e Inquilinos, El Café Feminista, Pariendo Deseos, Red Feminista Latinoamericana, Red de Málaga por el Clima, Precarias en Movimiento y un largo etcétera.
A todo esto le tenemos que sumar los colectivos culturales que han encontrado un lugar de producción, creación y muestra entre las paredes de La Casa.
Entendemos la gestión comunitaria como una pedagogía democrática en construcción permanente.
La experiencia de La Casa Invisible en estos 14 años ha sido una demostración exitosa de la potencia y creatividad que pueden desplegar los ciudadanos cuando cooperan y cuentan con equipamientos y herramientas gestionadas para el bien común.
Y la historia continúa… ;)