Influjo psíquico es una película documental que revela cómo la justicia puede ser utilizada como arma política. A través del caso del expresidente ecuatoriano Rafael Correa, condenado por “influjo psíquico”, la película denuncia una práctica cada vez más común conocida como lawfare: la instrumentalización de la justicia para perseguir líderes políticos.
Rodada durante tres años en ocho países, combina periodismo e investigación para poner sobre la mesa el controvertido fenómeno del lawfare en nuestra sociedad, sus consecuencias humanas y la erosión de la separación de poderes entre el ejecutivo y el judicial.
Descripción del proyecto. Características, fortalezas y diferenciales.
Objetivos del proyecto:
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Visibilizar el lawfare como una forma contemporánea de persecución política.
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Fomentar el pensamiento crítico y el debate ciudadano sobre la justicia y la democracia.
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Promover la libertad de información y el derecho a una justicia independiente.
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Impulsar la reflexión y el diálogo sobre el impacto humano de los abusos de poder.
Motivación y a quién va dirigido el proyecto
Influjo psíquico nace de la necesidad de cuestionar cómo el poder puede manipular la justicia para silenciar voces y destruir adversarios políticos. Durante los últimos años hemos sido testigos de un fenómeno cada vez más frecuente en América Latina: el lawfare. Desde la preocupación por esta deriva antidemocrática, decidimos investigar y documentar sus consecuencias humanas y políticas.
El proyecto está dirigido a todas las personas comprometidas con la democracia, la libertad de información y los derechos humanos. A estudiantes, docentes, periodistas, juristas y ciudadanos que creen que el conocimiento y la transparencia son las mejores herramientas para defender la justicia y fortalecer los valores democráticos.
Experiencia previa y equipo
El proyecto está impulsado por la productora independiente Milyuna Historias, productora española especializada en cine documental y comunicación social. Su equipo combina experiencia en narrativa audiovisual y en comunicación.
La dirección corre a cargo de Alejandra Cardona, realizadora con trayectoria internacional (Matarife, La voz de la montaña) y el guion es de Ana María Pinar, guionista y comunicadora con amplia experiencia en proyectos culturales. La producción ejecutiva está liderada por Idoya Barrabés, productora comprometida con el cine de impacto. El equipo técnico cuenta con profesionales de España y Latinoamérica.