Buenos días. Os deseo el mejor de los miércoles. Y como siempre con mucha salud. Hoy os quería comentad dos cosas, la primera una observación, y la segunda una reflexión.
La observación es que faltan 19 días para el final de esta aventura y necesito un empujón. ¡Lo podemos conseguir! Ya sé que la cosa no está muy boyante, pero para los rezagados, o los que se lo estén pensando demasiado, os animaría a dar el paso de adquirir esta obra. Detrás de este trabajo de fotografía, además de tiempo y esfuerzo, hay investigación, divulgación y puesta en valor... no hay empresas, ni multinacionales, ni marcas cervezas que vendan ruido; es independiente y solo se construye a través de la ayuda del pueblo.
La reflexión que viene a continuación no es mía, es de la directora de cine Maite Alberdi, y nos cuenta la importancia de asumir nuestros dolores, de la memoria compartida, de la memoria sentimental y la memoria histórica:
Sin memoria no sabemos quiénes somos, sin memoria divagamos desconcertados sin saber a dónde ir, sin memoria no hay identidad. La memoria prohibida no se lee para quedarse anclada en el pasado, mucho menos aún para abrir la llaga o despertar el dolor adormecido. La memoria nos ayuda a recobrar nuestra propia identidad y a reconocer la verdad, sin la cual no habrá reconciliación ni reencuentro.
¿Me ayudas..?